Provincia San Cristóbal

Publicado por Riken Lara sábado, 14 de noviembre de 2009

ALCANCE DEL ESTUDIO

El presente estudio ha sido realizado bajo el impulso y coordinación del Plan Estratégico de San Cristóbal, con la finalidad de identificar de manera concreta cuáles son las prioridades de la zona urbana del municipio cabecera de manera que se pueda desarrollar una inversión certera tanto por el propio PESC como por otras instituciones interesadas en el buen desarrollo del municipio.

Como se expone en el primer párrafo, el estudio está aplicado exclusivamente sobre la zona urbana del municipio cabecera con la excepción la comunidad de Hatillo, considerada oficialmente como rural.

DIVISIÓN DE LAS ZONAS

Para la realización de este estudio se ha hecho una división estratégica del la zona urbana del municipio y Hatillo en nueve zonas de acuerdo a la cercanía y a las similitudes que
exhiben los barrios, en virtud de sus condiciones ambientales y de vida.

La idea de esta división es establecer lineamientos de desarrollo por grupos de población a partir de un conocimiento más específico de la realidad de esos grupos.

La primera zona está conformada por los barrios Lavapié, Pueblo Nuevo, Conani, El Cerro, Cañada Honda y Sainaguá. La zona 2 la constituyen los barrios San Isidro, San
Lazaro y Los Nova.

Le sigue la zona 3 con los barrios 5 De Abril, Agricultura, Puerto Rico, Moscú, Fundación, Los Molina.

La zona 4, una de las zonas más vulnerables del municipio lo componen Zona Verde, Jeringa y Las Flores.

La zona 5 está formada por todo el conjunto de barrios que componen lo que se conoce como Madre Vieja Sur, pero que oficialmente está dividida en diferentes barrios: Madre Vieja Del Sur, Urbanización Sánchez, Ensanche Constitución, Urbanización Zanter I Y II, Urbanización Zanter III, Doña Chucha.

La zona 6 es la conocida como Centro de la Ciudad.

La zona 7 abarca toda Madre vieja Norte,

la 8 la sección analizada de Hatillo y por último

la zona 9 contiene el barrio Canastica.

Todos los indicadores, o por lo menos la gran mayoría, se presentan en el informe desagregados por zonas de manera que resulta bastante fácil planificar el desarrollo de cada una para obtener al final un municipio en donde sean adecuadas las condiciones de vida tanto en lo social como en lo económico, para la gente.

PERFIL DEMOGRÁFICO

DESCRIPCIÓN GENERAL


El Municipio de San Cristóbal constituye la cabecera de la provincia San Cristóbal. La provincia de San Cristóbal en su origen tuvo el nombre de Provincia Trujillo, la cual fue fundada el 11 de noviembre del año 1932. Tras la muerte de Trujillo, el 28 de septiembre del año 1961, se le coloca el nombre de Provincia de San Cristóbal.

Anterior a la categorización como provincia Trujillo (que incluía las hoy provincias San Cristóbal y Monte Planta), San Cristóbal y Monte Plata eran comunas pertenecientes a la provincia Santo Domingo.

En 1992 el municipio de Monte Planta se convierte en provincia y San Cristóbal reduce su alcance territorial, quedando dentro de ella 8 municipios: San Cristóbal (municipio cabecera), Bajos de Haina, Cambita Garabito, Los Cacaos, Sabana Grande de Palenque, San Gregorio de Nigua, Villa Altagracia y Yaguate.

Geográficamente esta provincia está ubicada al sur de la República Dominicana, más concretamente en la Región de Valdesia. Es la primera provincia del Sur del país. Limita al norte con las provincias Monseñor Nouel y Monte Plata (al noreste), al este con la provincia de Santo Domingo, al sur con el Mar Caribe y al oeste con las provincias Peravia y San José de Ocoa.

Estribaciones de la Cordillera Central se encuentran ocupando gran parte de la provincia, sobre todo en el norte y el oeste. En la frontera con la provincia Monte Plata se encuentra la Sierra de Yamasá. Además existen otras elevaciones pequeñas hacia el este y en el sur (las Lomas de Duveaux, al sur de Yaguate). Posee variados microclimas, lo que favorece la agricultura. La precipitación media anual (lluvia) es de 1,500 milímetros cúbicos. Tiene una densidad poblacional de 421 habitantes/km2.

Los principales ríos de la provincia son el río Haina, que constituye el límite oriental de la provincia; el Nizao, que forma el límite con la provincia Peravia, y el Nigua. Otros ríos son Mana, Yubazo (o Blanco), La Toma y los arroyos Itabo, Sainaguá y Najayo.

Las actividades económicas principales de la provincia son la industria (en San Cristóbal y zonas francas de Bajos de Haina, Nigua y Villa Altagracia), la agricultura en pequeña escala(excepto por las plantaciones de cítricos en Villa Altagracia y café en las montañas) y portuarias (en Bajos de Haina).

Tiene una actividad turística intensa, sobre todo de turistas nacionales. Los principales centros son las playas de Najayo y Palenque y los balnearios de La Toma y de los ríos Haina y Nizao. El Municipio cabecera, San Cristóbal está ubicado en un pequeño valle a los pies de las montañas de la Cordillera Central, entre los ríos Nigua y Nizao.

COMPONENTE POBLACIÓN POR SEXO, EDAD Y BARRIO

En República Dominicana, al igual que en varios países de América Latina, se ha venido desarrollando un proceso de urbanización. La población pasó de tener una distribución de un 83% rural y 17% urbana en 1920 a ser 36% rural y 64% urbana en 2002.

El crecimiento promedio del país desde 1920 hasta el 2002 ha sido de un 2.7. Es importante tener en cuenta que la tasa de crecimiento nacional ha ido decreciendo desde 1950 (3.61) hasta el 2002 (1.78). Junto a la disminución de la tasa de crecimiento de la población, se observa a nivel nacional un baja en la Tasa Global de Fecundidad (TGF). De ser 3.0 hijosa-s por mujer en el período 2000-2003 según ENDESA 2002 a 2.4 hijos-as por mujer en el período 2005-2007 según ENDESA 2007 (CESDEM, 2007).

A lo interno de la provincia de San Cristóbal, se opera un crecimiento poblacional mayor que el resto del país. Aún cuando la tasa de crecimiento ha disminuido en el tramo 1981-2002, el ritmo de crecimiento ha sido mayor que el promedio nacional. Es muy posible que la explicación de este fenómeno se deba a que el saldo migratorio de la provincia es positivo y uno de los más elevados del país.

Desde el año 1993 hasta el 2002, la población urbana creció a una tasa del 3.3% y la rural a un ritmo de un 2.0%. Del 1960 al 2002 este crecimiento ha sido de un 5.4% para la población urbana y 1.8% para la rural1 De acuerdo al Censo Nacional de Población y Vivienda 2002 (CNP 2002, San Cristóbal es la cuartaprovincia en población del país, con un total aproximado de 532,880 personas. Esto representa el 6.22% de la población Dominicana. San Cristóbal es también una de las provincias con más alto porcentaje de población rural.

se observa cómo en el país hay una tendencia hacia lo urbano con una relación 64-36 (urbana-rural respectivamente). Sin embargo, en la provincia San Cristóbal se tiene una relación 51-49 (urbana-rural respectivamente), una relación distinta a la del país que amerita políticas públicas particulares. Esta relación no se da en todos los municipios. En el municipio cabecera (objeto principal de este estudio) se observa que la relación es prácticamente igual a la del país: 62% urbana y 38% rural.

Los demás municipios de la provincia de San Cristóbal (salvo Bajos de Haina) guardan una relación con mayor peso en la población rural que en la urbana, siendo el caso más extremo el Distrito Municipal El Carril (que pertenece al municipio de Haina), con un 92.52% de población rural. La ¡Error! No se encuentra el origen de la referencia.

muestra la relación urbano-rural de los demás municipios de la provincia.

Antes de pasar al análisis de la situación poblacional a lo interno de la provincia, es importante observar las variaciones de algunas estadísticas vitales. Entre el año 2001 y 2005, se observó una reducción de nacimientos de 15,211 a 11,405. Estos datos confirman la tendencia de la reducción de la tasa de natalidad en la provincia. Además delnúmero de nacimientos, se ha reducido significativamente el número de matrimonios canónicos de 304 en el 2001 a 67 en el 2005 aunque han aumentado los matrimonios civiles de 1,479 en 2001 a 1,873 en 2005.

Para el año 2007, la Oficina Nacional de Estadísticas proyectó que la provincia de San Cristóbal tendría 598,922 habitantes, lo que implica una tasa de crecimiento de 2002 a 2007
de 2.36%. Esta proyección confirma la reducción de la tasa de crecimiento que se ha venido observando en los últimos años.

La población del municipio cabecera de San Cristóbal, que lleva el mismo nombre, está compuesta por 220,767 personas de las cuales 109,186 son hombres, es decir el 49% y
111,581 mujeres, el 51%.

En la tabla 1 se puede observar la distribución de la población de los barrios investigados de acuerdo a la agrupación por zonas realizada para este estudio. Se evidencia que más
del 60% de la población de toda la zona urbana del municipio, se concentra en cinco barrios (Pueblo Nuevo, Madre Vieja del Norte, Madre Vieja del Sur, Centro de la Ciudad y
Canastica).

1 Informaciones obtenidas a partir de los Censos del 1960, 1970, 1983, 1993 y 2002

Educación
Las zonas con índice de analfabetismo más alto son la 3, la 4, la 7 y la 8. El
porcentaje de analfabetismo observado en las mujeres es superior al de los
hombres.

En general, el nivel de estudio más elevado que alcanza la población es el básico. En las zonas 1, 2 y 4 es mayor la cantidad de personas que sólo alcanzan este nivel. La zona 6 es la que presenta mejores niveles de educación en cuanto al grado alcanzado.

Las zonas con menos estudiantes universitarios son la 8 y la 4 (son también de las zonas más pobres) con un porcentaje de 6.49% y 8.62%, respectivamente. Desde el punto de vista del género hay una constante prevalencia femenina en todas las zonas que constituyen, en general, el 57.30% de la población universitaria.

A partir del levantamiento propio, realizado en las diferentes zonas, se confirma la prevalencia del sector público de la educación aunque con pesos diferentes.

Por ejemplo, en las zonas 4, 7, 8 y 9 los estudiantes que asisten a escuelas públicas sobrepasan el 90%. Sólo en las zonas 2 y 6 nos encontramos con valores inferiores al 80%. Las escuelas semi-públicas constituyen el sector más pequeño de educación respecto al número de estudiantes. Abarca apenas cerca del 1%.
En cuanto a la calidad de la educación, se observa que la tasa de repitencia de las mujeres es siempre inferior a la de los hombres.

En algunas zonas la divergencia se hace más grande, como en el caso de las zonas 2, 4, 6, 8 y 9. En las demás zonas la diferencia se hace menor hasta llegar al punto mínimo en la zona 4. La zona que presenta la tasa de repitencia más elevada es la 3.

En las zonas 1, 2, 4, 6 y 8 la tasa de repitencia es más baja que la nacional,
mientras que en las zonas 3, 5, 7 y 9 lo supera aunque se mantiene por
debajo del promedio municipal y provincial. La zona 3 es la que presenta el
peor nivel de repitencia registrado, 10.76%, que supera las demás zonas,
colocándose por encima del promedio provincial.

Al desagregar la tasa de repitencia por zona y nivel básico, se observa que
las zonas mayormente afectadas son la 3, la 9, la 5 y la 7. Todas superan el
11% de repitientes.

Los datos que nos arroja la encuesta realizada para fines de este estudio
presentan a la zona 5 con la mayor tasa de repitencia, por encima del 14%.
En la zona 8 solo se reportan repitentes mujeres. En el resto de la zona se
confirma la prevalencia de la repitencia masculina. Esto para los niveles
básico, medio y terciario.

Un aspecto interesante y de difícil interpretación es el alto número de estudiantes que abandona su carrera en la zona 6 (15.68%), que hasta ahora era una de las zonas que había tenido los mejores resultados en lo que concierne a los indicadores de educación respecto a las demás zonas.

Las otras zonas se mantienen entre el 9.18 y el 12.21%, con la excepción de
las zonas 1 y 7 caracterizadas por una tasa de abandono de 7.99 y 8.09%,
respectivamente.

La principal falla en el sector educativo en San Cristóbal, identificada por el
grupo focal, especialmente por los funcionarios medios de escuelas y liceos
públicos, es la elevada tasa de deserción escolar en alumnos-as en edades
comprendidas entre los 8 y 17 años.

Los motivos principales para la deserción escolar entre los niños y
adolescentes en el municipio de San Cristóbal, según cuentan los-as
expertos-as consultados-as, están relacionados con el factor económico.
Hipótesis que los datos de la encuesta parecen confirmar.

Salud

En cuanto al tema de la salud reproductiva, el 64.4% de las personas de sexo femenino encuestadas en febrero del 2008, ha estado embarazada alguna vez. Un 1.0% no ha tenido hijos vivos, y de quienes han tenido hijos vivos, las mayores frecuencias son las que han tenido 1, 2 y 3 hijos: 28.5, 25.6 y 24.4%, respectivamente. La misma investigación apunta que en la provincia de San Cristóbal el 22.3% de las mujeres entre 15-19 años alguna vez han estado embarazadas o ya son madres, cifra superior a la media nacional para ese mismo grupo de edad, que es de 20.6%.

De acuerdo a las zonas establecidas para este estudio, parece que existe cierta relación entre menor nivel de pobreza y mayor posibilidad de hijos-as nacidos-as vivos-as. En tres zonas la mayor frecuencia de hijos nacidos vivos es de tres: En las zonas 5, 6 y 8. Siendo las dos primeras las que tienen menores niveles de pobreza en todo el municipio.

En la zona 2 la mayor frecuencia es dos hijos y en las cinco zonas restantes la mayor frecuencia es a un hijo-a nacido-a vivo-a, entre las que se encuentran las cuatro zonas con mayores índices de pobreza y de indigencia: Las zonas 4, 8, 3 y 7.

En cuanto a las enfermedades, la diarrea es uno de los principales flagelos
de salud que experimenta la población infantil menor de 5 años en República Dominicana.

La encuesta arrojó que el 17.4% de los-las niños-as sufrió de diarrea dentro de los últimos 15 días previo a la realización de la misma. Igual ocurrió con un 19.8% que tuvo diarrea más de 15 días, pero menos de tres meses antes. Un 62.8% tuvo diarrea hace más de tres meses o nunca ha tenido. Según los datos recogidos en la encuesta el 14.8% de los menores de 5 años sufrió otra enfermedad en el mes previo a la realización de la misma.

Quienes estuvieron enfermos en los últimos tres mesespadecieron fundamentalmente tres enfermedades: Resfrío, gripe o dolor de
garganta, el 57.69%; sarampión, rubeola o varicela, el 21.15%; y dengue, el
11.54%, mientras que los parásitos sólo tienen incidencia del 3.85%.

Quienes llevaron a sus hijos a un hospital, clínica u otro establecimiento de salud para el control de crecimiento, en los 12 meses previos a la encuesta, lo hicieron
en un 43.37% una o dos veces, mientras un 33.73% lo hizo de 3 a 5 veces.

Un 7.23% llevaron a sus hijos-as 6 ó más veces al control de crecimiento.
En el 46.77% de los casos, el tratamiento fue hecho por un médico profesional. En un elevado 38.71%, los padres no llevaron a sus hijos menores de 5 años al médico por tener diarrea. Un 3.23% fue tratado por promotores de salud, auxiliares de enfermería o algún amigo o familiar. Quienes utilizaron otras vías representó un 6.45%. La zona que más utilizó el hospital para atender estos casos fue la 4, seguida de la 8.

Pasando a revisar las cuentas generales del sector salud, tenemos que los
hospitales pertenecientes a la Secretaría de Estado de Salud Pública y Asistencia Social (SESPAS) contaron con un total de 255,944 consultas en el 2007 para toda la provincia de San Cristóbal, este dato equivale a 0.48 consultas por habitante. En cuanto a las emergencias, los hospitales de la SESPAS en la provincia registraron un total de 292,657 en el 2007 (123,130 en el Hospital Juan Pablo Pina), un incremento de 18,821 respecto al 2006.

El número de camas con que disponía la SESPAS para el 2007 era de 347, una
ligera disminución respecto a las 350 del 2006. El 55.61% (193) del total de camas corresponde al Hospital Juan Pablo Pina. Esto significa que en la provincia de San Cristóbal se dispone de una cama por cada 1,535.68 moradores/as.

Se realizó un levantamiento en cinco de los principales establecimientos de salud, tanto públicos como privados, los cuales son: El Hospital Juan Pablo Pina, Hospital Rafael J. Mañón, Centro Médico Constitución (CEMECO), Clínica Dr. González Binet y el Dispensario Nuestra Señora de la Paz.

De este levantamiento resultó que la cantidad de camas disponibles equivale a 363; los consultorios 56; las unidades odontológicas 14; los laboratorios 4; y los
bancos de sangre 2. Precisamente la escasez de bancos de sangre es una
de las principales quejas, desde el punto de vista de equipamiento, de los
centros de salud en San Cristóbal.

Estos cinco centros de salud cuentan en total con 135 médicos, de los cuales 102 son especialistas. Las bioanalistas son 18, todas graduadas. Cuentan con 7 técnicos en Radiodiagnóstico y RX; un personal odontológico de 18 personas, de las cuales 12 son graduadas y 6 auxiliares; una persona en Salud Ambiental (otra de las quejas frecuentes entre el personal médico del municipio, los problemas de salud derivados de la mala calidad ambiental); un personal en Farmacia de 9 personas; 6 en Salud Mental (todos graduados); y 67 enfermeras (29 graduadas y 38 auxiliares).

Un 30.4% de las personas que fueron consultadas sobre si tenían o no seguro
médico en el municipio respondió que sí (26.5% a nivel nacional en la ENDESA 2007), mientras un 69.6% respondió negativamente. Entre quienes tienen seguros médicos, los más populares son los del Instituto Dominicano de Seguridad Social (IDSS), el Seguro Nacional de Salud (SENASA) y los seguros privados. La provisión del Seguro Nacional de Salud es aún insuficiente. Las zonas más pobres, incluyendo la 4 y la 8, son las que tienen mayor cantidad de beneficiarios en este seguro. Tienen estas zonas por encima de un 67% de personas sin seguros, llegando a casos extremos como la zona 7, con un 78.2% sin seguro médico.

En las zonas 7 y 3, incluidas entre las cinco clasificadas como más pobres, el
porcentaje de personas con seguro se sitúa alrededor del 20%. En la zona 4,
la más pobre, no llega al 30 %, mientras que en las demás áreas se mantiene
entre el 30 y el 33%.

La única excepción está constituida por el centro de la ciudad (zona 6) en la cual el 37.42% de los-as moradores-as posee algún tipo de seguro médico.

El 79.7% de las respuestas recibidas señalan que, en caso de enfermedad y necesidad de atención médica, las personas asistirían en primera instancia
a un hospital público, mientras un 18.3% lo haría a una clínica privada.

Un escaso 2.1% respondió otras opciones, tales como sub-centro de salud,
dispensario, farmacia, curandero, su casa o la casa de un particular.

Quienes se consultaron por enfermedad el mes previo a la encuesta realizada en febrero 2008, fue el 13.6%. Las razones esgrimidas con mayor frecuencia para la no consulta en un establecimiento de salud fueron: En un 42.86% asumir que no era necesario y en un 32.14% el no tener dinero.

Otros motivos menos mencionados fueron el preferir remedios caseros (8.93%), no haber medicamentos (5.36%) y no haber servicios de salud cercano, no tener seguro médico y otros motivos, cada una con un 3.57%. Las enfermedades y los problemas de salud más recurrentes para haber asistido a un establecimiento de salud fueron: Hipertensión, diabetes, dificultad respiratoria/asma, amigdalitis/bronquitis, neumonía/broncopulmonía, diarrea severa, hepatitis/pancreatitis/gastritis/, infecciones, artritis/reumatismo y enfermedad febril.

Quienes hicieron alguna consulta por enfermedad o salud la última ocasión
estuvieron hospitalizados en un 22.3% de los casos. Quienes sí consultaron un médico-a o establecimiento de salud les fueron recetados medicamentos en el 79.16% de los casos. El lugar de mayor frecuencia para la obtención de los medicamentos recetados fue la farmacia privada, en un 56.07% de los casos, sigue la farmacia pública, con el 24.30% y el lugar donde el paciente fue atendido, con el 17.76%.

En la generalidad de las nueve zonas este fue el patrón común, a excepción de
la zona 2, donde hubo una ligera tendencia a obtener los medicamentos en la farmacia pública que constituyeron una fuente importante de medicamentos. También en las zonas 8 y 7 para, respectivamente, el 42.86% y el 37.50% de los casos.

Quienes llevaron a sus hijos a un hospital, clínica u otro establecimiento de
salud para el control de crecimiento, en los 12 meses previos a la encuesta,
lo hicieron en un 43.37% una o dos veces, mientras un 33.73% lo hizo de 3 a 5
veces. Un 7.23% llevaron a sus hijos-as 6 ó más veces al control de crecimiento. Es preocupante el dato de la zona 2 donde ninguno de los padres entrevistados había llevado sus hijos-as menores de 5 años, en la misma condición están el 33.33% de los casos de la zona 4. En las zonas 5 y 6 no se encontraron casos en los cuales los-as niños-as no habían sido llevados a ningún control de crecimiento.
Estos datos hablan de la importancia de la Salud Pública para San Cristóbal.

Fortalecer lo público llevará a fortalecer la calidad de vida de la población.
Sobre todo, si la gente está asegurada por SENASA. Es necesario insistir en el
aumento de los afiliados a SENASA.

Al analizar la situación de las personas con capacidades diferentes, sobresale que en las zonas 2 y 1 se encuentra el mayor porcentaje, siendo, respectivamente, el 6.05 y 4.07%. Las zonas con menores porcentajes de personas que reportaron tener alguna limitación son la 3, con el 1.02% y la 7, con el 1.15%. Desde el punto de vista de género, en cinco de las nueve zonas objeto del estudio prevalecen las mujeres, siendo tres las zonas donde los hombres constituyen el principal componente del total de personas con capacidades diferentes.

La principal limitación que se reporta es la pérdida o limitación permanente para mover las piernas que afecta a un 21.65% de las personas que declararon tener algún tipo de limitación. Siguen la ceguera de un ojo, con una incidencia igual al 10.31%; el retardo o deficiencia mental, con el 9.28%; la ceguera de los ojos, con el 4.12%. Se registró un 3.09% de pérdida o limitación permanente para mover los brazos, un 2.06% de sordera y un 1.03% de mudez.

Es importante tener en cuenta que todavía existe la costumbre de ocultar las discapacidades porque son consideradas como un estigma negativo y excluyente.

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